lunes, 19 de noviembre de 2012

Una historia.

Y de repente se te vienen a la cabeza miles de recuerdos que sabes que jamás van a volver, piensas en como acabo todo y te preguntas si podrás recuperarlo... Te acuestas en tu sillón miras a la ventana y comienzas a imaginar que hubiera pasado si nada hubiera acabado. Comienzas a llorar en silencio y a reclamarte a ti misma o simplemente preguntarte "¿Por que?". Y empiezas a creer que si lo hiciste en el momento fue porque lo creías correcto. Te mueves de lugar y vas directo a tu cama, pones la canción que te recuerda a todo esto. Te metes entre las cobijas y abrazas a ese oso de peluche que te regalo. Ya llevas miles de lagrimas y sigues con la misma pregunta, después de 9 horas que dormiste... y por fin despiertas, algo cansada. Pasan meses y por algo te vuelves a acordar de el y de exactamente lo mismo. Hasta que una mañana vas a hacer ejercicio como cada mañana a ese parque de la colonia donde vives, y vez pasar a el... Al que con tan solo verlo, tu corazón comienza a palpitar a mil por hora. El se detiene y comienza la charla, tu emocionada y sonriente continuas la platica, el te pide tu teléfono y tu respondes. Esa misma noche, vas al mismo sillón, miras la misma ventana y dices "Ahora se porque". Sales con el y por fin encontraste lo que tanto buscabas. A veces no entiendes porque pasan las cosas, pero recuerda que Dios nunca se equivoca y si algo termina es porque detrás viene algo mejor.